#Opinión | Coordinadora de Cooperativas y ONG de Guatemala.

La violencia sigue siendo uno de los grandes problemas en Guatemala. De Latinoamérica es uno de los países que encabeza las listas que sufre este flagelo y las principales víctimas somos las mujeres. Miles de mujeres han sido asesinadas en los últimos años sin que el Estado implemente políticas efectivas de prevención, investigación, reparación y sanción.

Guatemala sigue contando con un Estado que no cumple con ejecutar acciones que disminuyan las brechas creadas por el modelo económico extractivista y pone en riesgo a poblaciones vulnerables, como las mujeres, a pesar de aportar a través de la economía del cuidado, desempeñarse en trabajos de la agricultura familiar y en trabajos asalariados. Los presupuestos municipales no son inclusivos y no contienen las actividades o acciones para atender a nuestras demandas.

Las mujeres seguimos siendo desconocidas e invisibilizadas en el aporte al sostenimiento de la economía del país, pero, además, seguimos sufriendo las prácticas misóginas y excluyentes de este Estado patriarcal, racista, discriminador, clasista, concentrador y depredador de los bienes naturales.

Las mujeres no queremos acciones paliativas, ni regalos que solo atentan contra nuestra dignidad, queremos ser escuchadas en nuestras demandas, queremos igualdad de condiciones y oportunidades de vida.

¡Unidas por la igualdad de condiciones y oportunidades de vida!