#Guatemala | Herbert Reyes – Noticiero Maya K’at.

Uno de las dificultades de movilización que debemos contemplar desde un inicio en Guatemala es la condición etimológica del concepto carretera: “donde transitan o se movilizan las carretas”, según: Viaje al pasado en carruaje y autobús. Crónicas del servicio urbano de la capital, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. Francisco Mauricio Martínez, Prensa Libre digital, 2 de julio de 2016  “el transporte se realizaba en carretas jaladas por caballos”.

Imágenes: Telemudno Washington DC

Las redes viales de Guatemala han estado enlazadas por carreteras de uno o dos carriles. Uniendo la carretera al Atlántico por lo que hoy conocemos como Calzada la Paz, Puente Belice; hacia el occidente por la Calzada Roosevelt, hacia el Sur por la Calzada Aguilar Batres.

El crecimiento y densidad demográfica a mitad del Siglo XX requirieron la expansión de red vial urbana, creando lo que conocemos ahora como anillo periférico que conecta zona uno con salida a occidente y al sur.

Asimismo, la movilización de pobladores de diversos territorios hacia la capital por trabajo o comercio se ha intensificado en los últimos 50 años. Muchas empresas de transporte han ofrecido ese servicio desde hace varias décadas, entre las más conocidas o icónicas hasta la fecha: Transporte Monja Blanca, Melva, Unidos Jalapanecos, Transportes Esmeralda, Veloz Quichelense, Xoyita, Marquencita, Galgos, entre tantos otros nombres de rutas con diverso origen y destino en toda la república guatemalteca a nivel extraurbano; y a nivel urbano las rutas que ofrecieron el transporte dentro de la zona urbana fueron Eureka, Ega, La Fe, Bolívar, Adaza.

Muchos buses que los gringos y turistas denominan chicken buses (parrilleros), son los que han sido modificados en Guatemala, fueron buses que en Estados Unidos rebasaron su vida útil y acá representan una inversión familiar o de consorcio gremial privado, luego de ser modificados y adaptados como unidades de transporte de personas.

El uso del transporte extraurbano, en una sociedad como la nuestra, nos expone a horarios y condiciones riesgosas. Caminar de nuestros hogares exponiéndonos a robos, asaltos, y en el peor de los casos en la que la irresponsabilidad estatal y/o municipal culmina en situaciones como la que vimos el pasado 10 de febrero en horas de la madrugada, en donde más de medio centenar de personas perdieron la vida.

Actualmente existen pocas autopistas: “pistas para vehículos”, algunas de uso privado o concedidas a empresas privadas para su administración.

Mayra, catedrática nos comenta que a ella lo que la motiva despertarse temprano es poder ofrecer desde su profesión el bienestar y calidad de vida a su familia e hija, aun consciente del riesgo de salir temprano de Villa Nueva hacia Chimaltenango.

Para Jorge Ramírez, del Colectivo Lucha y Resistencia, las condiciones en las que operan los transportistas y sumado a ello las condiciones de “las carreteras”, poca iluminación, cero señalizaciones, baches, agujeros, revisión, control operativo técnico de las unidades y humano a los choferes, a lo que él considera “la incapacidad que tiene el Estado para prestar y garantizar un transporte digno para todas y todos los guatemaltecos”, ya sea para movilización laboral, académica o de recreación.