Vladimir Soto y Hugo Archila

A pesar de no haber acreditado el costo de los supuestos equipos robados, el juez Fabicio Rosales ordenó que el defensor de Derechos Humanos Bernardo Caal pague la cantidad de Q 105 000 en concepto de reparación digna para los querellantes adhesivos.

Esta es una nueva prueba de como el sistema de Justicia continua vulnerando los derechos de las y los defensores de Derechos Humanos.

Por su parte las comunidades en defensa del rió Cahabón y Oxec y el mismo Bernardo Caal continúan firmes en la defensa del agua.

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