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Comunicar en Guatemala es un privilegio, por años corporaciones han creado “el ideal” que solo quienes tienen un título universitario pueden ejercer el derecho a la libertad de expresión.

Se crearon gremios, para hacer más complicado que una persona tome la determinación de comunicarse libremente, existen de varios tipos: de periodistas, locutores, publicistas y cronistas deportivos, pero se niegan a nombrar a las personas que realizan comunicación popular y comunitaria en sus idiomas maternos, desde sus conocimientos heredados ancestralmente,  que transmiten el Buen Vivir. 

Con esta acción, claramente clasista, discriminatoria y racista se niega la existencia de otras narrativas, las que expresan los Pueblos Mayas, Xinka y Garífuna. Se hace creer, por cualquier medio que, solo existe la comunicación de las personas que tuvieron el privilegio de estudiar una carrera universitaria. 

La Escuela de Ciencias de la Comunicación (ECC) de la Universidad de San Carlos (USAC), nace el 26 de noviembre de 1975 por la urgencia de profesionalizar a las personas que trabajaban en los medios de comunicación.  Desde sus inicios formó a quienes crearon los gremios, pero se les olvidó, o no quisieron incluir, a mujeres y hombres que hacían y hacen comunicación comunitaria. 

Ante este cerco que se establece para negarle la palabra a los Pueblos, surgen medios de comunicación que transmiten el sentir de las comunidades, en idiomas maternos y con términos de la cotidianidad, dejan a un lado la terminología y tecnicismos complicados, pero se mantiene el rigor de investigar y consultar directamente a la fuente. Caminan largas distancias con el objetivo de llegar al origen de la información, llegan a profundizar porque se aborda a la fuente en su propio idioma, elimina así la posibilidad de que se sesguen las palabras de la persona entrevistada

Pero los gremios insisten en apegarse a la ley y tener un “aval” para tomar los medios de comunicación, por lo tanto quienes ejercen una comunicación independiente, comunitaria y popular se apegan a los tratados, convenios internacionales y sentencias dictadas y ratificadas por Guatemala.

Es el Estado el responsable de la violación de los derechos a la libertad de expresión, la desigualdad y el poco acceso a los medios de comunicación para los Pueblos Originiarios y sectores excluídos.  La palabra, valor sagrado de los Pueblos, es un derecho de toda persona. Nadie puede prohibir la libertad de expresar el sentir de los territorios, ni castellanizar la comunicación, por eso Guatemala es un país multiétnico y plurilingüe.

Locución: Lesly Chuquiej