#Chiquimula | Isael Ramos – Noticiero Maya K’at

El martes 10 de noviembre, una familia procedente de la comunidad de El Naranjo, Jocotán, pidió auxilio al director de la escuela de la comunidad porque en horas de la mañana dos sus hijos que, padecen desnutrición crónica, se les complicó su estado de salud y decidieron acudir al seguro médico escolar.

Roberto Morales, director de la escuela viajó de emergencia a la comunidad de El Naranjo, (ubicada a 16 kilómetros de la cabecera municipal de Jocotán) para trasladar a la niña Katerin Lourdes Vásquez López de 9 años y al niño Selvin David Vásquez López de 6 años de edad, ambos sufren desnutrición crónica desde hace varios años a causa de las pérdidas de cultivos en las comunidades de la región Ch’orti’, esto ha generado que muchas familias se queden sin alimento y aumenten los casos de desnutrición.


En su intento por salvarle la vida se buscó ayuda en los centros médicos que prestan el servicio de seguro escolar por parte del gobierno pero, no fueron atendidos, argumentando que tienen que reservar cita anticipadamente. Aunque el director presentó los carnets de seguro médico, no pudo hacer nada al respecto, ante esta situación decidió llevarlo al hospital público de la comunidad de Los Vados, Jocotán, para ser atendidos de urgencia pero, lamentablemente cuando llegó a este centro asistencial, la niña había perdido la vida, mientras su hermano de 6 años, se encuentra en estado crítico, y está siendo atendido en el Centro de Recuperación Nutricional de Jocotán.

El cambio climático, la pandemia del COVID-19 y la falta de oportunidades y apoyo con los programas sociales por parte del Gobierno, están generando que los índices de desnutrición aumenten en la región y que niños pierdan la vida a causa de este problema. Esta historia demuestra que los programas creados por el gobierno para atender la emergencia del COVID19 son únicamente para seguir con la corrupción y favorecer a sus allegados, usando como escusa a las personas vulnerables.