Por: Luis Gutiérrez

Fotografía de Marco Antonio Gutiérrez, proporcionada por la familia Gutiérrez – Internet.

Nació en la ciudad de Guatemala el 11 de junio de 1933, lugar donde creció y vivió durante su niñez  y juventud, en distintos barrios de la zona 1.

Durante el gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán trabajó en el Departamento Agrario Nacional (DAN) en el proceso de implementación del decreto 900 (Ley de Reforma Agraria).

A la caída del gobierno de Arbenz en 1954 se asila en la embajada de El Salvador, país al que viaja en septiembre del mismo año y donde comparte la experiencia del exilio con otros compatriotas, dentro de ellos Otto René Castillo, Alfonso Martínez (director del DAN), Carlos Centeno y “El Negro” de León.

En enero de 1955 regresa al país subrepticiamente (atraviesa la frontera caminando y continúa el trayecto a pié por distintos caminos y veredas, hasta llegar a la ciudad capital), buscando el vinculo con su familia (en esas fechas es padre de dos hijos) y la incorporación a las nuevas tareas revolucionarias y sociales, que las condiciones de ese momento imponen.

En enero de 1955 es capturado por las fuerzas de seguridad del estado y enviado a prisión en la Penitenciaría Central, donde permanece confinado por espacio de dos años.

El salir de prisión en 1957, enfrenta las dificultades propias de un opositor político en las distintas áreas de la vida y le es particularmente difícil encontrar trabajo, lo que lo obliga a realizar distintas tareas, como el trabajo en la compañía Asturias Vizcaíno en Coatepeque, Quetzaltenango; en una lotificadora de la zona 7 de la capital, propiedad del Doctor Víctor Geordanni y algunos otros trabajos eventuales,  hasta lograr colocarse en la Empresa Electrica de Guatemala en el departamento de contabilidad. No obstante, las dificultades encontradas, en el área laboral, decide terminar los estudios de perito contador en la Escuela Nacional de Ciencias Comerciales (jornada nocturna) de donde egresa en al año de 1960, habiendo obtenido el título de perito contador correspondiente.

Al igual que  muchos jóvenes de esa época, la revolución cubana tuvo un gran impacto en relación a las expectativas de la lucha en el continente.

En 1961 ingresa como estudiante a la facultad de Ciencias Económicas de la USAC y participa de la actividad política estudiantil, además de formar parte ya, para ese entonces, de la Juventud Patriótica del Trabajo –JPT- (la juventud del partido comunista guatemalteco,  el Partido Guatemalteco del Trabajo –PGT-). Como producto de su participación e interés en la política estudiantil y las luchas sociales, aún siendo un estudiante de los primeros años, pasa a formar parte de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Económicas, como tesorero de la misma.

Durante las jornadas cívicas de marzo y abril de 1962, el 13 de marzo, en medio de las protestas y la agitación del momento, abandona sus labores en la empresa eléctrica, para cumplir con algunas tareas de coordinación y apoyo en las luchas que se dan en ese momento, en la realización de dichas actividades le acompañan los también estudiantes de Ciencias Económicas, Bernardo Lemus Mendoza (Asesinado años después por las fuerzas represivas de gobierno), Romeo Fernández y Oscar Velásquez (en el vehículo de esté último, quien conducía). Al pasar frente a la escuela de comercio, se percatan que miembros de la policía judicial están ametrallando a estudiantes de dicha escuela que se encuentran en la calle   participando de las protestas, es entonces que, Marco Antonio Gutiérrez, impulsado por su conciencia social así como su espíritu y convicción de comunista y revolucionario, ordena que paren el vehículo y se baja del mismo, abalanzándose sobre un agente de la “policía judicial” que en ese momento dispara sobre algunas estudiantes, tumbándolo al suelo y arrebatándole la metralleta. Sin embargo; por la parte de atrás de Marco Antonio se acerca otro agente de la judicial, quien le disparó por la espalda accionando una metralleta M-3, (calibre .45) acertándole dos disparos y uno mas al compañero Lemus Mendoza en una de las piernas. Sin embargo una de las balas que fue disparada a Marco Antonio Gutiérrez, le perforó distintos órganos vitales. El compañero que conducía el vehículo en que se transportaba el grupo se fue del lugar al ver el desarrollo de los acontecimientos, por lo que el herido mas grave, caminó hasta la esquina de la 9ª. Calle y 10ª. Avenida (esquina en donde se ubicaba el edificio de la Lotería Nacional) hasta que lo recogió una ambulancia que lo trasladó al hospital general San Juan de Dios, donde murió en la madrugada del día siguiente (14 de marzo) cuando le era practicada una segunda intervención quirúrgica. Al momento de su muerte tenía 29 años de edad.

La muerte de Marco Antonio, agudiza la ola de indignación y da nuevos elementos de lucha al movimiento. El gobierno se opone  al inicio, a la entrega del cadáver a la familia por lo que un grupo de estudiantes y profesionales empiezan a organizarse para sacar el cadáver de la morgue y rendirle los honores  correspondientes, para tal acción, se ha definido ya, que el rescate del cadáver se hará en el vehiculo de Julio Alfonso Figueroa “Sabanita”. El gobierno, ante la presión popular de los distintos sectores organizados, decide finalmente entregar el cadáver a la familia del Estudiante, sin embargo; el cortejo fúnebre se convertirá en una gran manifestación de dolor, de lucha y de protesta populares, la cual terminara con enfrentamientos entre los participantes en dicho cortejo y las fuerzas de seguridad, quienes reprimieron con todos sus medios a las personas que salían del Cementerio  General, como quedó consignado en los distintos medios de prensa de la época.