Amalia Lemus, Martha Solares, Patricia Gregorio, Lesbia Villagrán, Argelia Mijangos y Olga Donis son “Mujeres de Oriente”, luchadoras por la vida, el agua  y el territorio.

Ellas han documentado los daños de la empresa minera San Rafael, en diversos municipios de Santa Rosa y han accionado legalmente en contra de la explotación de su territorio, lo que les ha valido represión  y criminalización.

Argelia Mijangos, comenta que desde 2013 la empresa ha criminalizado a más de 145 personas, incluso su madre,  una señora de 75 años fue denunciada penalmente.

A la empresa no le ha bastado denunciar y según Olga Donis en diversas ocasiones ha atacado directamente a la población que se opone a los trabajos de la minera.

Sin embargo las acciones de la empresa no han frenado la lucha de las mujeres, Lesbia Villagrán expresa que ven con preocupación cómo nacimientos de agua han desaparecido, los bosques han sido talados y las tierras para cultivar se han reducido.

Y aunque la empresa ofreció desarrollo y proyectos sociales para poder trabajar en la zona, la realidad es distinta. Debido a las actividades mineras comunidades completas están en peligro de desaparecer, “son pueblos fantasmas” denuncia Amalia Lemus.

Ya pasó en  la comunidad “la cuchilla” y podría pasar en las demás. La comunidad de “Casillas” denuncia que fuertes temblores los afectan frecuentemente y aunque han dado a conocer el caso a las autoridades, no han obtenido respuesta.

Según el Centro de Acción Legal, Ambienta y Social, CALAS, la empresa nunca obtuvo una licencia de construcción, por lo que las autoridades no debieron otorgarle los permisos para operar. Actualmente la Corte de Constitucionalidad se encuentra conociendo el caso y podría dictaminar el cierre de la misma.

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