El sector de las trabajadoras domésticas es  uno de los más violentados en sus derechos, niñas y adolescentes también son empleadas en casas particulares en condiciones de explotación.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que el trabajo infantil doméstico, es peligroso para la niñez y adolescencia, ya que su desarrollo y vida está en riesgo por la explotación a la que están expuestos al carecer de protección social y jurídica.

Maritza Velásquez, coordinadora de la  Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y de Maquila -ATRAHDOM- resalta que muchas de las trabajadoras domésticas fueron forzadas a trabajar en casa desde los 6 años, debido a la pobreza, la falta de oportunidades o porque son víctimas de trata.

“La misma situación de pobreza que vivimos en el país, no solo ahora con la pandemia, sino que siempre ha sido así, se da el trabajo en las niñas (…) por lo regular no terminan el ciclo escolar primario, por lo menos, empiezan a trabajar y ahí se quedan. Tenemos historias de compañeras que empezaron a los 6 años a trabajar en casas” lamentó, Velásquez.

Las niñas y adolescentes son las más violentadas, a veces no reciben ninguna remuneración y trabajan durante horarios prolongados. Además, están expuestas a sufrir violencia sexual y malos tratos. Algunas denuncian cuando son adultas.

“Hay casos donde se han puestos denuncias en la misma Inspección de Trabajo y muchas veces no tienen acompañamiento. Son casos que han sido muy emblemáticos, no son propiamente las niñas, sino que son ellas mismas pero adolescentes o adultas, que ponen las denuncias porque quizá ya las han despedido sin el cumplimiento” resalta, Velásquez.

Según datos de ATRAHDOM, en Guatemala hay 350,000 trabajadores y trabajadoras domésticas, un 8% son hombres y el 98% son mujeres, de las cuales, el 43% son adolescentes y jóvenes de edades entre 14 a 26 años, más de la mitad son indígenas y el 62% son migrantes  internas. El 70% no ha terminado la primaria y solo el 10% logra terminar tercero básico.

En el mundo, se estima que 10 millones de niñas, niños y adolescentes trabajan en casas particulares. La mayor parte de los menores de edad realizan la labor de una forma oculta y sus casos son poco conocidos.

Maritza, considera que es necesario avanzar con iniciativas que dignifiquen la labor de las trabajadoras domésticas, para que sus derechos laborales no sean coaccionados y evitar que niñas y adolescentes realicen esa labor.

Campaña de la #IniciativaRegional América Latina y el Caribe Libre de Trabajo Infantil – Red Latinoamericana contra el Trabajo Infantil con FGER.