De aprobarse la propuesta del presupuesto 2020, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social estaría en crisis para el próximo año, ya que no se atenderían a más de 1 millón de personas en Guatemala.

Algunos programas sufrirían recortes como los dirigidos a la recuperación de la salud, prevención de la mortalidad de la niñez y desnutrición crónica, prevención de la mortalidad materna y neonatal, entre otros.

Nuria Mejía, analista del Foro Ciudadano por la Salud de los pueblos, señalo que el presupuesto se invierte de forma irregular en el país afectando así la vida de las personas.

Mejía, considera que se debe de hacer evaluaciones externas para garantizar la calidad del gasto y servicio, además de tener un registro único de pacientes.

Si el presupuesto para el 2020 no se aprueba antes del 30 de noviembre se volvería a tener el  actual y tendría el mismo efecto.

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