Foto: CEIPA

En Quetzaltenango se impulsa un proyecto para disminuir el trabajo infantil y aumentar la presencia de los niños, niñas y adolescentes en las aulas de las escuelas, pese a la pandemia se continúa con el proceso.

El plan inició en 2020 en los cantones de Llanos del Pinal y Pacajá, ubicados en el municipio de Quetzaltenango. El principal objetivo es disminuir y prevenir el trabajo infantil, Rebeca Pérez coordinadora del programa municipalización de los derechos de la niñez y juventud del Centro Ecuménico de Integración Pastora (CEIPA), expresa que durante el proceso se busca concientizar y brindar herramientas a las familias.

“La intención en estas dos comunidades es promover la disminución y la prevención del trabajo infantil, a través del acceso a la educación, reforzamiento escolar, formación integral, sociopolítica, formación a líderes comunitarios, acompañamiento de padres, creación de una política pública…”, indicó Rebeca Pérez.

Pérez señaló que las comunidades fueron elegidas por encontrarse en riesgo de trabajo infantil por sus condiciones socioeconómicas, además en el sector se ha conocido que niños, niñas y adolescentes trabajan picando piedra en una cantera en Llanos del Pinal.

“las dos (comunidades) estaban en un marco rojo, digamos, por la falta de acceso. La reacción de las familias y comunidades ha sido diversa, el proyecto está iniciando, no tiene mucho tiempo y por las limitaciones de la pandemia no se ha tenido tanto acceso a la comunidad”, declaró.

Según el mapa de riesgo realizado por el Ministerio de Trabajo y Previsión social, en el departamento de Quetzaltenango el 17, 8% de la población de 7 a 17 años se encuentra ocupada. Mientras que el nivel de pobreza extrema se ubica en 16,7% y pobreza 56,0% y el 51,1% es indígena.

Experiencia positiva en Retalhuleu

CEIPA impulsó el proyecto de zonas libres de trabajo infantil en la comunidad Brillantes en Retalhuleu en 2015,  en el proceso participaron los padres de familia, líderes comunitarios y las autoridades municipales para concientizar y buscar disminuir la problemática.

“Se logró desde el Ministerio de Educación, poder contar con un centro educativo dentro de la comunidad, la atención en educación al 95% de los niños y niñas en la comunidad. Además del proceso formal se brindaba reforzamiento escolar por la tarde para que los niños que trabajaban en el corte de caña y pican piedra puedan acceder al derecho de la educación, que por las mismas condiciones socioeconómicas de la familia se encontraban limitados al acceso”, resaltó Pérez.

En la comunidad se promovió que los niños, niñas y adolescentes fueran a la escuela y de esta manera pudieran acceder a otros derechos, además se compartió la información de la legislación en niñez y adolescencia. También se buscó que la comunidad tuviera acceso a servicios básicos.

Enfrentemos la pandemia #SinTrabajoInfantil, una campaña de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe Libre de Trabajo Infantil en alianza con FGER.