#Opinión | Jairo Mejía.

¿El poder es de quien lo ejerce? Algo similar se preguntaría Michel Foucault cuando teorizó sobre el poder, de cuáles son sus dimensiones y cómo identificarlo en las interacciones humanas.

Hoy analicemos un ejemplo local:¿en Guatemala quién ejerce el poder? Pero antes preguntémonos, ¿qué es el poder? Foucault teorizó largo y tendido sobre las dimensiones del poder, resumiendo, para él el poder es “la designación de relaciones entre sujetos que forman una asociación o un grupo humano y la interacción entre sus fuerzas activas y contradicciones”. Más o menos como afirmar “quién manda a quién”.

¿Si el grupo o asociación, en nuestro ejemplo, lo conformamos las y los guatemaltecos quién designa la forma en la que nos relacionamos unos con otros? ¿Quién designa cómo se distribuye el grupo o las relaciones? Básicamente, quien “ejerce” el poder es quien posee la capacidad de “ejercer” una influencia sobre nuestras relaciones entre grupos y asociaciones.

En otras palabras, quién ejerce el poder lo demuestra a través de establecer cómo se harán las cosas, y afirmando que se harán “a su gusto y gana”. Contextualizado a Guatemala, si por un lado colocamos como protagonistas de una relación de poder a la asociación humana formada por:

– Gobierno-Congreso-Pueblo,

y por el otro lado al grupo formado por:
– MP-Cortes

¿Quién de los dos nos parece más evidente que está ejerciendo poder? ¿Quién nos parece que es quien designa la manera en que se relaciona un grupo con el otro? ¿En palabras simples quién manda a quién?

Pero el poder tiene una debilidad. Y es que depende de la fuerza del grupo que lo está ejerciendo. Si la fuerza activa del grupo es más grande que sus contradicciones, les será más sencillo ejercer poder sobre aquel grupo en que sus contradicciones son más grandes que sus fuerzas organizadas.

En este momento pareciera que es el grupo MP-Cortes quien tiene más facilidad en organizar sus fuerzas activas y reducir contradicciones (aunque estas estén en contra de la Ley y la Constitución).

Pero si el grupo social Gobierno-Congreso-Pueblo logra encontrar y entender cuáles son sus principales fuerzas activas, así como identificar las contradicciones y organizar ambas, estaremos entonces en capacidad de poder ejercer poder sobre el grupo MP-Cortes.

El ejemplo de la organización a nivel Pueblo está guiada por las organizaciones de ancestral ascendencia, nuestros hermanos indígenas y xincas, y barrios populares.

Es tan difícil como parece, pero para ello fuimos sensatos y escogimos, y ahora queremos ejercer poder. En fin, ¿qué necesita entonces el Gobierno y el Congreso para que ejerzan su parte del poder? ¿Esperarán a que las fuerzas del MP-Cortes se puedan organizar aún más? ¿Permitiremos que se destruya la democracia y organizaremos nuestras fuerzas de nuevo?

Para concluir y analizar, ¿las acciones de las y los diputados del movimiento semilla, sus aliados en el Congreso, y las interacciones entre ellos y el gobierno de Arévalo y Herrera nos han demostrado que ejercen poder?