Foto: Save the Children

El 25 de diciembre se conoció la muerte de un segundo niño guatemalteco, su nombre, Felipe Alonzo Gómez de 8 años de edad, se encontraba bajo la custodia de la Agencia de aduanas y protección fronteriza estadounidense.

Ese mismo martes, en Raxruhá, Alta Verapaz, estaba siendo sepultada Jackeline Caal de 7 años de edad, falleció a inicios de diciembre al igual que Felipe, bajo la custodia de Estados Unidos.

Según la cancillería guatemalteca, Felipe Alonzo ingreso a Estados Unidos el pasado 18 de diciembre junto a su padre y el 23 de diciembre fueron trasladados a la estación de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo, Nuevo México.

El lunes 24 de diciembre, el niño fue trasladado a un Centro Médico en Nuevo México, informaron las autoridades estadounidenses, tras mostrar síntomas de enfermedad, le diagnosticaron un resfriado común y fue dado de alta a la mitad de la tarde.

El cuadro evoluciono, presento náuseas y vómitos, por lo que fue trasladado nuevamente al hospital donde falleció.  En un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que la causa de su muerte continúa en investigación.

Ante estos hechos la sociedad civil organizada ha manifestado su repudio y rechazo a políticas que asesinan a niños, niñas y adolescentes.

Por su parte, Otto Rivera, Secretario ejecutivo de la Coordinadora Institucional de Promoción por los derechos de la niñez –CIRPODENI- señalo que era lamentable que, “el gobierno no dimensione la perdida de niños, niñas y adolescentes además de no mostrar una postura enérgica ante estos hechos”.

Este año, durante mayo y junio el país norteamericano separo a mas de 2mil niños, niñas y adolescentes migrantes de sus padres, un hecho que causo daños irreversibles además el 23 de mayo la patrulla fronteriza asesino a Claudia Patricia Gómez, hechos que muestran la xenofobia y estrictas políticas anti-inmigrantes.

Rivera mencionó que el Observatorio de la niñez reconoce tres causas principales que ocasionan la migración en niños y niñas, entre estas: las violencias que viven en sus comunidades, la pobreza y pobreza extrema, y reunificación familiar.

Finalizo indicando que la niñez y adolescencia que representa el 52% de la población debe ser una prioridad urgente para el estado de Guatemala. Escuche la entrevista en el siguiente enlace.

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