Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Los bosques cumplen un rol fundamental en nuestra vida. Muchas veces no sabemos dimensionar la riqueza que se encuentra en ellos. No solamente representan un bello paisaje que deleita nuestra vista sino son un hogar para miles de animales y plantas. Brindan alimento a comunidades locales fortaleciendo la seguridad alimentaria, nos proveen medicinas y representan una fuente de empleo. Los bosques regulan el ciclo del agua siendo una fuente de agua potable para muchos y son proveedores de servicios ecosistémicos o beneficios como la recuperación del suelo para  que sea fértil. También contribuyen en la mitigación del cambio climático ya que absorben y retienen dióxido de carbono. Pueden ser grandes aliados de las comunidades locales ayudando a reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático.

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La población mundial ha tenido un crecimiento acelerado y se ha hecho necesario ampliar el área urbana y disminuir los bosques para satisfacer todas las necesidades que este crecimiento representa. El hombre con el afán de alcanzar un mejor bienestar ha avanzado en descubrimientos. Desde la Revolución Industrial, que fue un boom para la economía, el desarrollo social y tecnológico, hemos visto como se ha acelerado el cambio climático y con ello la pérdida de bosques.

Guatemala es considerado uno de los países más ricos en biodiversidad ya que alberga 1,246 especies conocidas de anfibios, aves, mamíferos y reptiles. También cuenta con 8,681 especies de plantas siendo un 13% endémicas. La mayor parte de las especies endémicas de Guatemala se encuentran en los bosques de montaña y de coníferas. Sin embargo, la sobreexplotación de los recursos naturales ha tenido un fuerte impacto en la biodiversidad, que se refleja en la pérdida del 50% de los bosques de pino y una pérdida media del 15% de la cobertura forestal nacional.

Sin embargo, se realizan acciones a nivel mundial y local. Uno de esos esfuerzos es la Agenda de Desarrollo o Agenda 2030 que marca un precedente a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con metas concretas. En este caso concreto,  el ODS 15 tiene como una de sus metas adoptar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de la diversidad biológica y, para el año 2020, proteger a las especies amenazadas y evitar su extinción pero para lograr el cumplimiento de esta meta, todos debemos ser agentes de cambio y adoptar medidas que contribuyan en la protección de los bosques.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reconoce la importancia de los bosques para el desarrollo sostenible de los países. En el caso de Guatemala implementa el Proyecto Manejo Sostenible de los Bosques y Múltiples Beneficios Ambientales Globales, ejecutado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales –MARN- y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés).

Si disminuyen los bosques también disminuyen todos los beneficios que representan. Debemos ver a los bosques más allá de los paisajes. Necesitamos cuidarlos y poner nuestro granito de arena para su conservación. Puedes estar preguntándote ¿cómo pongo mi granito de arena para cuidar un bosque? Y es más puedes incluso vivir en la ciudad, lejos de uno. Pero tengo una buena noticia, cuidar el bosque es responsabilidad de todas y todos y lo podemos hacer de muchas maneras desde nuestro entorno.

Hay maneras muy sencillas para cuidarlos, desde ahorrar agua, evitar tirar basura en las calles hasta reciclar, reusar y reducir aquellos materiales como el papel, el duroport, el cartón y el vidrio. Estas acciones nos ayudan a protegerlos.

Asimismo, si visitas una reserva natural o algún bosque evita dejar plásticos tirados, ya que éstos pueden actuar como lupas que al tener contacto con los rayos del sol generan incendios forestales. Consume responsablemente, infórmate y prefiere aquellos productos que sean amigables con el medio ambiente. Y no olvides ver al bosque, más allá del paisaje.