Como cada año, el quinto viernes de cuaresma, se realiza el viacrucis del migrante en la Plaza de la Constitución.

La actividad busca que la población y autoridades de gobierno se informen acerca de los riesgos y constantes violaciones de derechos a las que someten a las y los migrantes durante su recorrido.

Esta actividad se realiza desde hace 18 años y es promovido por la Casa del Migrante con el apoyo de organizaciones en favor de los derechos de las personas migrantes. “Del sueño a migrar a la pesadilla de la deportación” fue el tema de este año para generar reflexiones sobre los sueños truncados de los migrantes al ser capturados y devueltos a su país de origen. Quedando en una difícil situación: sin recursos y con graves lesiones.

Mauro Verzeletti, director de la casa del migrante, menciona que las políticas migratorias son racistas, xenofóbicas y excluyentes. Resalta que los gobiernos extranjeros endurecen sus políticas por lo que las deportaciones masivas se consideran como un delito de lesa humanidad. Esta actividad se replicara en El Salvador a partir de este año.

Además, mencionó que el Estado guatemalteco no cuenta con políticas públicas para la re-inserción y que el ministerio de relaciones exteriores no presta atención a las y los connacionales que son retornados al país. Ante estas condiciones de abandono estatal, la casa del migrante recibe mensualmente un promedio de 300 personas migrantes, en su mayoría retornados de Estados Unidos y México.

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