#ChairoViral

¡Que buen musicon pasan en la radio! Recuerdo que desde niño me gustaba escuchar la radio, aquellas voces de mujeres y hombres que sabían cómo despertar la imaginación de sus oyentes. Me quedaba a escuchar por algunos minutos, algunas veces por varias horas, me gustaba oír cómo reían, cantaban y contaban historias. De pronto rompían el silencio con preguntas, presentaban las noticias y brindaron educación a quienes no tuvimos la oportunidad de ir a estudiar…

Sé que soy un Chairo bien sentimental, a veces le cuento mis historias, pero es que a la radio le tengo particular cariño, porque en mis años de estudiante, pasaba las tardes acompañado de música y saludos, me ponían mis canciones que pedía al llamar a la cabina,las hubo también las radios que abordaban temas de interés colectivo, de los clavos de este país. De esas hacen mucha falta.

Lo que más me gustaba era escucharles hablar en distintos idiomas cuando agarraba bus para viajar a los departamentos, en la radio sonaban otras voces que en sus idiomas decían lo que les preocupaba y lo que les daba felicidad. En esos viajes conocí a las Radios Comunitarias.

Radios en las cuales la comunidad cuenta sus vivencias, informa en sus idiomas maternos, presentan las canciones de artistas locales, apoyan al talento de jóvenes que empiezan en el mundo artístico, donde crean obras musicales desde los conocimientos ancestrales. En estas radios la niñez, la juventud, las mujeres, el gremio de personas trabajadoras,todas las personas, sin importar su posición, pueden hablar en la radio. Eso es bien bonito, uno aprende muchas cosas. De verdad que estas radios ayudan un montón con sus contenidos.

Pero aguante usted, la Cámara de Radiodifusión de Guatemala, a cada rato saca campañas de odio contra de las radios comunitarias, ha llegado a llamarles Radios Piratas, ni que fueran delincuentes. También les dicen Radio Ilegales, siempre le cambian la forma de llamar a las Radio Comunitarias, con tal de que las personas no las escuchen por miedo. Lo bueno es que uno sabe que, el lugar donde se habla de los problemas y se proponen soluciones, no puede ser un lugar de piratas o maleantes fuera de la ley. Pero le digo algo: Esa que me escucha, me ayuda con información fácil de entender y sin palabrerios, la que promueve mi cultura, la que se preocupa por nuestros problemas y nos habla en nuestro idioma, esa emisora mi amigo y amiga, solo puede ser nombrada de una manera: Mi Radio.

Usted habrá escuchado más de alguna vez las campañas en radio que dicen: “Toda radio que opere de manera ilegal, viola la ley… y con el sello de Cámara de Radiodifusión de Guatemala.”

Con este discurso, la falta de una ley que vele por el derecho a la libertad de expresión de todas las personas, un Ministerio Público -MP- al servicio de las grandes corporaciones de medios de comunicación y las campañas en contra de las Radios Comunitarias, hacen efecto para que la cacería en contra de las y los locutores,tenga un efecto profundo en las comunidades, en algunos casos se les captura y son llevados a la cárcel. Con esto ya son pocas las personas que tienen la valentía de tomar un micrófono y denunciar las injusticias que se viven en sus territorios.

Pero la lucha por democratizar el espectro radioeléctrico sigue, llegará el día en que todas las Radios Comunitarias, dejarán de ser perseguidas. Tanto así que en el año 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos -CIDH-, emitió una sentencia contra el Estado de Guatemala, donde afirma que éste violó los derechos de las comunidades indígenas, específicamente de los pueblos Kaqchikel, Achi’ y Mam, quienes ejercieron su derecho a la libertad de expresión por medio de las Radio Comunitarias.

 

La CIDH hizo un llamado a los Diputados y las Diputadas del Congreso de la República para que se reforme la ley de obtención de frecuencias, debido a que actualmente son muy limitadas las posibilidades de obtener una frecuencia para el uso de los Pueblos Indígenas o de intereses públicos. Es decir, para que una comunidad tenga acceso a una frecuencia, primero que todo, debe tener mucho pisto, es por eso que la Superintendencia de Telecomunicaciones -SIT- solo se las da a quien más dinero puso sobre la mesa. Por eso es que las radios están en manos de pocas familias, las pistudas. Entre todas se reparten el pastel de las radios y no dejan que nuestras comunidades tengan sus propios medios de comunicación.

Aquí le comparto la sentencia para que pueda echarle una ojeada.

De estos rollos oscuros no se salvan las Universidades o facultades o Escuelas de Comunicación, porque en lugar de apoyar y abrir el debate sobre el aporte de las Radios Comunitarias, lo que hacen es, decir que las radios comunitarias las operan personas que no son capaces… Imagínese, son bien mala onda. Como que solo las personas de pisto tienen derecho a tener acceso a un medio de comunicación. Pero hay que hablar de esto con claridad, aunque no lo quieran aceptar, con esos bloqueos que hacen, demuestran lo racistas y discriminadores que son las personas dueñas de las empresas de comunicación en Guatemala, Centro América y el resto de nuestra Abya Yala. La democratización de los medios es una bandera de todos los Pueblos en América Latina, la cual tarde o temprano, debe ondear alto.

Bueno, estas líneas me salen del corazón porque recientemente, el 13 de febrero, se celebró el Día Mundial de la Radio. No podía dejar de expresarme por este canal que hemos estrechado, usted y yo, con temas que nos afectan a todas las personas. Pero también temas que nos alegran, porque pese al bloqueo que le hacen a las Radios Comunitarias, seguiremos en la defensa del derecho a la libertad de expresión desde nuestras comunidades y espacios de comunicación a los que tengamos acceso.

 

Ya me voy usted, le dejo para que siga con sus actividades, seguiré con mi música y disfrutaré de la diversidad y de la alegría de la radio.

Se despide con buenas ondas,

Chairo radiofónico