EDITORIAL

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Después de los casos de corrupción que se evidenciaron en el año 2015, la ciudadanía  Guatemalteca hizo uso legítimo de su derecho a manifestar, salió a las calles a exigir la  renuncia de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, quienes están ligados a casos de corrupción durante su gobierno.

En ese  despertar ciudadano varios sectores de la sociedad demandaron el aplazamiento de las elecciones generales para modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos para cambiar las reglas y convocar a una nueva clase política que no estuviera relacionada a casos de corrupción como las y los políticos tradicionales.

Demanda que no tuvo efecto y se realizaron las elecciones bajo las mismas condiciones. En ese momento se presenta «UNA NUEVA OPCIÓN, UN ROSTRO NUEVO» Jimmy Morales respaldado por el Partido Frente de Convergencia Nacional FCN Nación -integrado por algunos ex militares vinculados a casos de violación de derechos humanos durante el conflicto armado- se presentó a la ciudadanía como la salvación.

Durante la campaña utilizó la frase NI CORRUPTO NI LADRON, el caballito de batalla de una excelente estrategia de comunicación que le valió alcanzar la presidencia de la república pero, sin un plan de gobierno.

A propósito del primer año del Presidente Jimmy Morales la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas FGER y sus emisoras afiliadas realizó un análisis de su gestión desde una mirada profunda de los pueblos.

En los primeros meses se dedicó a improvisar, la falta de un equipo capaz y comprometido tiene sus efectos en la designación tardía de algunos ministros y, eso impactó en el retraso de la ejecución presupuestaria.

Ya en la ejecución podemos deducir que el discurso de campaña quedó solo en buenas intenciones. Los casos de corrupción continúan y, entre ellos, podemos mencionar el caso de hospedarse, cuando aún no asumía como Presidente en El Hotel Adriática propiedad de la familia Köng, dueños de una empresa de palma africana, a la cual Estados Unidos demanda por violación de derechos laborales. El Presidente Jimmy Morales  se niega a hacer público quién pagó la cuenta, la que asciende a medio millón de quetzales.

Otro hecho que llama la atención: el caso botín del registro de la propiedad; en el cual se ven involucrados su hijo y su hermano mayor,  situación que representa un desgaste a su gestión.

Es importante mencionar que el partido que lo postula a la presidencia le abrió la puerta a varios diputados y diputadas tránsfugas, con esa mala práctica incrementó el número de integrantes de su bancada; pese a que en campaña dijo que no aceptaría este tipo prácticas en el partido.

Los problemas de fondo continúan, sigue la persecución y la criminalización de los defensores de derechos humanos y defensores de la madre naturaleza. La brecha de la desigualdad entre pobres y ricos cada día se incrementa.

Los megas proyectos  y los monocultivos siguen saqueando y despojando nuestros recursos naturales no renovables, no existe voluntad política para escuchar a la población, y sobre todo violando los derechos de los pueblos a la libre  autodeterminación de su territorio y a las consultas comunitarias que por derecho asiste a los pueblos indígenas y amparadas en el convenio 169 de la OIT.

Sin duda en este escenario la población indígena y rural es la más reprimida, vulnerada  y discriminada por la falta de políticas públicas; sus demandas han sido ignoradas.

Prueba de ello es la actitud del Congreso de la República para conocer las siguientes iniciativas: la ley de medios comunitarios, la ley de desarrollo rural integral, la ley de aguas, la ley de la Juventud, y la oposición a ratificar el convenio 189 y la recomendación 201 de la OIT del trabajo digno para la trabajadoras domésticas y pluralismo jurídico, estancadas en los archivos del organismo legislativo.

Además, tenemos una red vial colapsada, el ambiente de inseguridad se incrementa y para la población es un gran déficit de la gestión del primer año.

Algo que se rescata de este primer año es la acertada asignación del Juan Francisco Solórzano Foppa como jefe de la SAT, uno de sus principales logros es haber elevado  el nivel de recaudación tributaria; en los últimos cinco años, este ente recaudador alcanza la meta, esto se da a pesar, que el presidente otorgará a muchos empresarios la exoneración de multas e intereses de impuesto que no fueron trasladado a la SAT.

Otro tema interesante es la Asignación de la Ministra de Salud Doctora Lucrecia Hernández y la implementación del Modelo Incluyente de Salud, método que va con la realidad de cada comunidad y desde nuestra cosmovisión maya.

Es importante remarcar la Asignación de una Mujer Indígena como ministra de trabajo. Funcionaria que durante si primer año logró recuperar 350 millones de quetzales a través de la Inspección General del Trabajo en favor de los trabajadores y trabajadoras afectadas por abusos de sus empleadores.

El reto para el Presidente Jimmy Morales es disminuir la brecha de desigualdad e inequidad que existe, buscar el bien común de la mayoría y, todo esto. en los tres años que le quedan.

¿Será mucho pedirle?