Durante la pandemia del Covid-19, las abuelas comadronas han resguardado la salud comunitaria, su labor no ha parado, ni su que hacer comunitario.

Las comadronas llevan el control prenatal, parto y posparto de cientos de mujeres, también atienden otras enfermedades, ejercer su labor, es cumplir su misión, dice Magna Cholotio del Movimiento Nacional de Comadronas Nim Alaxik.

“Ellas tienen desde su ch’umilal, desde su estrella de vida, desde su nahual son marcadas que deben de atender su misión de vida, su trabajo como comadrona (…), por lo tanto ellas hacen todo lo posible para atender su rol en la comunidad”.

Durante la pandemia, el trabajo de las abuelas comadronas no ha parado, tras varias solitudes se les permitió movilizarse durante el toque de queda, aunque no cuentan con el equipo de protección adecuado para ellas y sus pacientes.

El Movimiento de Comadronas hizo la solicitud al Ministerio de Salud para que les apoyaran con insumos de protecciòn, sin embargo no han recibido respuesta. Ha corrido por su cuenta protegerse y proteger a los pacientes.

“Nosotras en otros espacios hemos podido gestionar algunos insumos y hemos cubierto a algunas compañeras en los primeros municipios acordonados, pero falta abastecer, tenemos en nuestro banco de datos más de 22 mil comadronas, ellas están dando su atención en las comunidades, siempre tomando precauciones y las medidas, pero ellas no han dejado de atender”, dijo Magda.

Este 19 de mayo, Día de la dignificación nacional de la comadrona de los cuatro pueblos de Guatemala, el Movimiento Nacional recuerda al gobierno el aporte que realizan y exigen al Congreso la aprobación de la ley para dignificar la labor de las abuelas comadronas, una deuda pendiente del Estado de Guatemala.