Arnulfo Oxlaj es uno de los sobrevivientes de 115 niños y niñas víctimas de ejecución en la masacre cometida por elementos del ejército el 21 de mayo de 1988, crimen registrado en la aldea Chiul de Cunén, municipio de Quiché.

“La masacre de 1988 no es un evento aislado, fue parte de toda una práctica de genocidio contra el pueblo maya». Arnulfo Oxlaj, sobreviviente de la masacre de Chiul.

Este 31 de mayo de 2023, organizaciones de la sociedad civil en el marco de los 35 años de la masacre, acompañaron a Oxlaj en la presentación de la campaña internacional «Chiul es memoria». Esta estrategia busca justicia por el genocidio cometido contra los Pueblos Indígenas en el período de 1960 a 1996, condena para las personas responsables de los crimenes cometidos contra la población civil y que el Estado brinde una reparación digna a las personas sobrevivientes y se emitan medidas de no repetición. Con esto se lograría que las autoridades del Ministerio Público ordenen la exhumación de los cuerpos de las víctimas y se les brinde un entierro digno, conforme a las tradiciones de las familias afectadas; sobre todo, se dé credibilidad a los testimonios de las personas sobrevivientes.

 

El activista Oxlaj relata que se encuentra amenazado de muerte por se el único testigo de la masacre.

 

Segun datos de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de las Naciones Unidas. 200 mil personas fueron asesinadas, 83% de las cuales eran indigenas mayas y 45 mil están todavia desaparecidas. personas que se vieron obligadas a desplazarse.