#Opinión | Kajkoj Máximo Ba Tiul (1) – Centro de Reflexiones Nim Poqom.

Hoy 22 de abril se celebra el “Día Internacional de la Tierra”. Es un día no solo para hacer actividades conmemorativas, sino para pensar y tomar acciones decisivas y revolucionarias para detener la forma de cómo el capitalismo y su modelo industrial la están deteriorando y la están enfermando.

Este día nos está llamando a ser más beligerantes y combativos. A ser más rebeldes. A ser más coherentes con nuestros principios y valores. No basta con ver a la tierra con signos y símbolos folclóricos o románticos. Hay que verla y contemplarla desde el concepto que nos dejaron nuestros abuelos y nuestras abuelas. Hay que verla y contemplarla no solo como la madre, sino como la “Madre Sagrada”. Porque ella, nos cobija, nos protege, nos alimenta, nos da de beber, nos da sombra y más. Ella nos mece en su regazo junto a nuestros hermanos pequeños (los animales). Nosotros como hermanos mayores somos los responsables para que a los hermanos menores no les pase nada. Para que a nuestra madre la dejen de destruir y no permitir que la destruyan y que también nosotros no la destruyamos. Cuidar y luchar por nuestra madre tierra, es luchar por nuestra vida, nuestra agua y todo lo demás que hay sobre ella, delante de ella, a los lados de ella, debajo de ella.

Como dice Amalia Velásquez Pérez, en su disco: “Q’aq Nojib’al” (Nuevos Consejos), con la canción “Qanan Ulew”, que “la tierra es nuestra madre/nos junta y nos da de comer/que no haya nadie entre nosotros que pase hambre. Muchos pueblos no tienen tierra/en manos del rico está/muchos fueron sacados de sus casas/amenazados de muerte/han pasado muchos años/ ahora muchos de nuestros hermanos ya no regresaron. Y cuando regresaron sus tierras estaban en manos de otros. Tu joven, tu jovencita no te olvides de tu historia/la sangre derramada sobre esta tierra es la de tus abuelos y abuelas”.

Así se debe sentir la lucha por la tierra, porque no es solo de nosotros, la dejaron es nuestras manos nuestros abuelos y nuestras abuelas, para que la cuidemos y la rescatemos y se la quitemos al rico, al capitalista, al industrial, al usurero, al haragán. Porque la tierra no solo es para quien la trabaja, sino para quien la cuida y la protege.

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1 Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, profesor universitario, Guatemala.