Viñeta: Nelton Rivera – Prensa Comunitaria

#OPINIÓN – Kajkoj Máximo Ba Tiul – Centro de Reflexiones Nim Poqom.
Estamos comenzando el segundo año de gobierno, del presidente más inepto de la reciente historia de Guatemala. Un presidente que llega al poder, después de grandes movilizaciones sociales en contra de la corrupción y la impunidad. A lo largo y ancho del país, hubo grandes movilizaciones exigiendo un cambio no solo de gobierno sino de rumbo. Como resultado un sin número de funcionarios corruptos en la cárcel, varios prófugos y todavía falta mucho por destapar.

Después de eso; que algunos llamaron la toma de conciencia ciudadana, aparece un grupo de políticos, que fueron denominado “antipoliticos”, es decir, aquellos que nunca habían participado en política y supuestamente no tenían ningún vínculo con partidos y políticos corruptos de la vieja guardia. Poco duraría esa idea de “ni corrupto ni ladrón”. Primero porque llegaba al gobierno, una persona que de estadista no tiene nada, una persona sin tener la capacidad de dirigir los destinos del país y peor aún sin las capacidades para promover los cambios que necesitamos. Segundo, una persona vinculada a las fuerzas más oscuras del militarismo, sin ser militar. Tercero, igualmente de corrupto, mentiroso y poco serio como los demás.

Al final de su segundo mandato, se evidencia totalmente que el pacto entre élites corruptas, es un hecho. El segundo informe, que al decir verdad, son doscientas páginas totalmente falsas, además, no parece un informe de gobierno, sino un documento de quejas. Desde la presentación hasta el final, encontraremos argumentos como: difícil, temor, adversidades, etcétera. De entrada se quiere posicionar como presidente, al argumentar que por el sistema democrático fue electo y por lo consiguiente, según entiendo yo, que se presenta como el intocable. Hace honores al plan de la burguesía y oligarquía el Katun 2032, ahora llamado por Jimmy Morales como la Ruta 2032.

Lo más ridículo es que apela que todo lo que está presentando es fruto de una cultura de transparencia y rendición de cuentas, como parte de su obligación como servidor público. Ridículo, porque este gobierno no es nada transparente y tampoco, ha tenido el nivel de un servidor público honesto y ético, al contrario, ha querido manipular y obstruir la justicia, por ejemplo, cuando declara non grato a Iván Velásquez, cuando quiere retorcer las leyes para que salga libre su hermano y su hijo. La alianza con Alvaro Arzú para que el hijo de esté, llegue a ser el presidente del tan corrupto y cochino congreso. Y, su interés para que el nuevo o la nueva fiscal, sea alguien que deje sin perseguir a actores corruptos que aún existen en Guatemala, como la mayoría de alcalde municipales y gobernadores.

Otra falacia de este gobierno, es cuando argumenta que el “2016 fue para ordenar la casa”. Cualquiera se pregunta, ¿Qué orden?. Cuando lo que vemos en lo cotidiano, grandes problemas, mucho más grandes que los baches que están en todas las carreteras del país. Una institucionalidad gubernamental con funcionarios corruptos en todos los espacios. Alcaldes, gobernadores, diputados, policías, funcionarios medios y bajos, totalmente manchados en corrupción. Habla de avances en materia de educación, salud, y otros servicios, cuando en realidad los niños y niñas mueren antes de nacer. Hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianos, son la mayor parte de la población con desnutrición, por falta de alimentos y lugares para producirlo. En educación, un nivel alto de analfabetismo, pero además no existen lugares adecuados para que los niños, niñas y jóvenes vayan a recibir clases. En las aldeas, las escuelas carecen de letrinas, agua potable, lugares de recreación. Al mismo tiempo que nos enfrentamos a un modelo de privatización de la educación.

La cultura del diálogo. ¿Cuál cultura del diálogo?. Cuando, en vez de diálogo lo que hay es abuso de poder e imposición de fuerza. Por ejemplo, cuando el 15 de septiembre ciudadanos rodearon el congreso para exigir la renuncia de los diputados, los desalojos violentos en todo el país. El desarrollo de la militarización, creando destacamentos militares, principalmente en la región norte de Guatemala y el Ejército haciendo trabajos que lo tocaría al ministerio de comunicación, de salud, de educación, etcétera. Y para muestra, solo en el momento de la toma del poder de la nueva junta directiva del congreso y la entrega de su informe, militares y policías brindando seguridad, para protegerlos de supuestos grupos violentos, cuando en realidad los violentos, corruptos, ladrones y cobardes, estaban y están dentro del congreso.

Finaliza la presentación de su informe con esta frase: “Con base en lo anterior, puedo decirle al pueblo de Guatemala que me siento sumamente agradecido con Dios, mi equipo de trabajo y con todos los guatemaltecos por los grandes resultados que como Nación alcanzamos en 2017”. ¿Cuáles resultados?. Cuando en realidad el legado de Jimmy Morales, fue lo siguiente: sobresueldo, dos antejuicios por corrupción, hijo y hermano en juicio, obstrucción de la justicia por intento de expulsión de Iván Velásquez, apoyo al pacto de corruptos, el asesinato de las 41 niñas en el hogar seguro, desalojos y asesinatos de líderes sociales y comunitarios, militarización de territorios, obstruir la consulta comunitaria en Cahabón, reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, reconocer al cínico y corrupto Jorge Orlando Hernández como presidente de Honduras, apoyar al secretario de la OEA Almagro, para intervenir Venezuela, el nivel de violencia en el país, la militarización en los territorios indígenas, funcionarios corruptos que viven bajo la protección del gobierno, etc.

En este año preelectoral, nos estamos enfrentando a la consolidación del pacto de corruptos y de elites, que tiene como objetivo llegar hasta el 2032. Este 2018 así como es el año de la consolidación del pacto de corruptos, también debería ser el año de la articulación de los pueblos para desterrar a la vieja y corrupta política.