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En Guatemala se continúan utilizando pesticidas y agroquímicos prohibidos por convenios internacionales por los riesgos que representan para el medio ambiente y la salud de las personas.
Ejemplo de ello es el plaguicida DDT, ampliamente utilizado por empresas en el país para controlar insectos en cosechas agrícolas, el cual quedo en desuso al ser comprobado que al ser liberado permanece en el suelo por cientos de años.
Jeremías Hernández, del pueblo maya Chortí, expresó que “los mal llamado agroquímicos son la principal herramienta para eliminar la biodiversidad que existe en los territorios por las consecuencias colaterales sobre la salud de la madre tierra”.
Sin embargo el medio ambiente no es el único afectado. La Organización Mundial de la Salud ubicó al el glifosato como una sustancia probablemente cancerígena para los seres humanos.
“Las empresas internacionales han violado el derecho de los pueblos indígenas utilizando pesticidas, contaminando alimentos que vienen a exterminar nuestra salud, porque exterminan las vitaminas de los mismos” agregó Seledonia Vicente.
Por dichas razones, pueblos indígenas presentaron una acción de inconstitucionalidad en contra de la Ley Reguladora sobre importación, elaboración, almacenamiento, transporte, venta y uso de pesticidas y la Ley de registro de productos agroquímicos por contradecir la Constitución de la República y convenios internacionales.
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