Juan Pablo Montenegro.

Quiché – Nostalgia y sentimientos encontrados forman parte del escenario que se vive en la aldea Santa Avelina del municipio de San Juan Cotzal donde las familias de 172 víctimas del Conflicto Armado Interno cumplen finalmente su derecho a conocer del paradero de sus seres queridos.

Este 27 de noviembre el Ministerio Público inicia con la entrega de los restos a las familias de las víctimas quienes finalmente ven la luz al final del túnel porque nunca renunciaron a la esperanza de encontrar a sus seres queridos.

Siete años duró el trabajo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala FAFG, instancia que cuenta con profesionales certificados a nivel internacional, quienes realizaron los procesos de exhumación, el estudio para conocer las causas de muerte y la realización de las pruebas de ADN para localizar a los familiares de las víctimas.

La FAFG es una organización no gubernamental que atendió la solicitud del Ministerio Público para brindar indicios de lo ocurrido. En el expediente del caso FAFG1718 da cuenta que las personas fueron víctimas del hambre, ausencia de auxilio médico y de heridas por armas de fuego del ejército, factores que les provocaron la muerte.

El proceso que brinda la oportunidad de visitar a sus seres queridos finalmente se cierra este 30 de noviembre, cuando se dé sepultura a las 172 víctimas en los nichos que se construyeron con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR-, institución humanitaria que también otorgó las cajas donde descansarán los mártires de la guerra de 36 años.

Fredy Noriega, vicepresidente de la Asociación de Población Desarraigada de Nebaj, Quiché nos brinda detalles en la siguiente entrevista realizada por Carolina Rivas.

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