Los derrumbes, hundimientos, deslizamientos, la crecida de los ríos, los daños y destrucción de casas se agravan cada año, las familias se ven obligadas a desplazarse.

Vecina del Cantón Amatitlancito, Santa Cruz Chinautla, traslada una cama tras el deslizamiento de su casa en septiembre pasado. Foto: Emmanuel Andrés.

Por Neida Solís.

A pesar de ser un lugar declarado en riesgo por su condiciones geológicas e hidráulicas, cientos de familias viven en los 13 cantones que conforman Santa Cruz Chinautla, una comunidad poqomam, ubicada a 12 kilómetros de la Ciudad de Guatemala.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) reitera en diferentes documentos que es un área sensible a las lluvias y sismos, dado a su posición geográfica, además se ubica a cercanías de un sistema de fallas. Sin embargo, la contaminación ambiental, extracción de arena y la falta de ordenamiento territorial agravan la situación.

Las casas agrietadas y hundidas en el cantón Amatitlancito representan un riesgo alto para más de una docena de familias que vive a la espera de saber si su casa es la próxima en deslizarse.

“¿Qué vamos a hacer?, ¿a donde nos vamos a ir?”, pregunta Irma Hilario, una mujer que resguarda algunos muebles, barandas y puertas, después de que su casa quedara destruida por un derrumbe el pasado 23 de septiembre. “Ya no podemos dormir porque de repente el terreno se va”, lamenta María Gerónimo que este año también perdió parte de su casa y se trasladó a otro cantón con sus familiares.

Gilda Idalia, otra vecina, recuerda que de mayo a septiembre tres viviendas cayeron a orillas del río y cinco familias se marcharon. Su casa podría ser la siguiente.

Efraín Ramírez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) hasta septiembre de 2019, expresa que la basura que trasladan los ríos Chinautla, Las Vacas y Tzaljá desde la Ciudad de Guatemala, unido a la extracción de arena, han causado que los ríos tomen otro caudal y esto provoca inestabilidad en el suelo. “Es un problema serio que nuestras autoridades no toman conciencia para resolverlo”, enfatiza.

Según Ramírez, seis areneras trabajan en el lugar para reducir los riesgos y evitar que los pobladores se desplacen. Exige a las autoridades regular las acciones de las empresas extractivas.

Sin un registro municipal

La alcaldesa de Chinautla, Brenda Elizabeth del Cid Medrano, al consultarle sobre las acciones municipales respondió que, debido a los constantes derrumbes y hundimientos, no hay medidas reales de mitigación.

Del Cid Medrano sostuvo que la comuna no posee datos de las personas desplazadas puesto que durante su administración no han registrado casos de ese tipo. Además, la municipalidad no tiene un lugar para trasladar a los vecinos que han perdido sus viviendas.

Por otro lado, la alcaldesa comentó que después de varias reuniones con delegados del Procurador de Derechos Humanos, el ministerio de Energía y Minas, Conred y otras instancias, realizaron un informe en el que se señala que las areneras no son las que provocan la inestabilidad en la tierra, como denunciaron los pobladores.

“Aparte de las empresas areneras, grandes, también hay mucha extracción de arena artesanal”, resaltó.

En una resolución de 2006, la Conred afirmó que la falta de ordenamiento territorial aumenta el riego por deslizamiento y erosión, “sumado a esto, la extracción no controlada de recursos mineros (grava y arena) del cauce del río Chinautla y la afluencia de los ríos Tzaljá, Chinautla y las Vacas estaría contribuyendo a la migración errática del cauce principal de los ríos”, se lee en el dictamen.

En una opinión técnica, elaborada en marzo de 2018 en el Cantón Pila Seca, Santa Cruz Chinautla, la Conred señala que la extracción y aprovechamiento de material en cauce natural, sumado a la contaminación del ambiente, generan un alto impacto y deterioro del sitio, aunque la extracción de material no podría considerarse como el factor principal.

En los documentos la Conred recomienda a la municipalidad de Chinautla, al Ministerio de Energía y Minas y al ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, tener medidas de control para la extracción industrial de arena, y que también aseguren la estabilidad de los terrenos. De no hacerlo, las actividades deberán ser suspendidas.


“Esta nota es producto del Diplomado ‘Periodismo y Desigualdades’ impartido por Laboratorio de Medios, S.A. a comunicadores y periodistas de la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas, bajo financiamiento de Oxfam en Guatemala. El contenido es exclusiva responsabilidad de su autor”.