#Opinión | Kajkoj Máximo Bá Tiul – Centro de Reflexiones Nim Poqom

Hace 53 años el Estado de Guatemala los desalojó de sus tierras ancestrales, para instalar la zona militar No. 21.  Cuentan los abuelos y abuelas de Chicoyoguito, que fue una mañana de esas lluviosas que se daban aquí en Alta Verapaz.  Ni habían terminado de tomar el café, cuando comenzaron a llegar  comandos del ejército llenos de soldados y personas vestidos de civil, todos fuertemente armados, los amenazaron y les quemaron sus casas.  A algunas familias con lujo de fuerza los subieron a los comandos y las dejaron a las orillas de los caminos y pasaron las lluvias en champas de nylon.  Otras se refugiaron en casas de amigos y familiares.  Asi convirtió el Estado de Guatemala y el Ejercito a una comunidad de Mayas Q’eqchi’ e la primera comunidad desalojada, arrasada y desarraigada del conflicto armado.

Después de muchos años y siguiendo los pensamientos de los abuelos y las abuelas, comenzaron a encontrarse, como si estuvieran elaborando un tejido, para reclamar sus derechos históricos a su territorio Chicoyou y a su tierra.

Después de años de lucha, presentando documentos ante las instituciones del Estado, incluyendo al Ejército, han exigido la devolución de sus tierras  y no han sido escucharlos como siempre lo hace el Estado y a cambio han sido amenazados y ahora reprimidos.

Los 21 capturados por la policía este nueve de julio, es ilegal y por lo tanto deben ser dejados en libertad

NUESTRA SOLIDARIDAD CON LA COMUNIDAD DE CHICOYOGUITO